¿Cómo afecta la energía reactiva a mi Empresa o Pyme?

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La energía reactiva es un elemento que aparece en la instalaciones eléctricas de empresas o industriales. Conlleva un suplemento en la factura de la luz e interfiere en la red de distribución, por lo que lo mejor es reducirla. Descubre aquí cómo.

¿Qué es la energía reactiva?

La energía reactiva se caracteriza porque no tiene utilidad pero interfiere en la red eléctrica. Se trata de un tipo de energía que se genera en instalaciones donde hay aparatos eléctricos que para su funcionamiento necesitan un transformador o motor.

Se mide en kilo vatio-amperio reactivo hora (kVArh) y puede suponer el aumento del importe de la factura de luz siempre que se sobrepase una cantidad estipulada por la distribuidora eléctrica.

Este tipo de energía, que ensucia la red eléctrica, suele darse en Pymes o empresas donde podemos encontrar maquinaria industrial, ascensores, fluorescentes o bombas. Por ello, no se generará en una vivienda y el cliente doméstico muy difícilmente encontrará en su factura una penalización económica por verter energía reactiva a la red.

¿Qué es la energía aparente? La energía aparente es el resultado de la suma de la energía activa y reactiva.

Deventajas de la energía reactiva

La energía reactiva, al no poderse utilizar e interferir en la red de distribución, conlleva una serie de desventajas como las que se señalan a continuación:

  1. Deterioro de la instalación eléctrica
  2. Variaciones en la intensidad eléctrica
  3. Pérdida de potencia

Debido a la serie de desventajas que conlleva este tipo de energía, lo ideal es intentar reducirla al máximo para mantener la instalación en buen estado y no pagar, además, un suplemento en la factura de la luz a modo de penalización económica.

¿Cómo se factura la energía reactiva?

La energía reactiva generada en una instalación concreta será facturada siempre y cuando supere un porcentaje estipulado de manera general por las distribuidoras eléctricas.

Porcentajes energía reactiva
PotenciaTarifa% Energía reactiva
10kW2.0TD50%
10-15kW2.0TD50%
Más 15kW3.0TD33%

Si la instalación tiene una potencia contratada inferior a 10kW o entre 10 y 15kW, el porcentaje estipulado a partir del cual se debe abonar una penalización económica es del 50%. Sin embargo, si la potencia es superior a 15kW, deberá abonarse dicha penalización a partir del 33% con respecto a la energía activa.

En función de este porcentaje, aparecerá o no en la factura de luz un 'exceso o complemento por energía reactiva'. Para calcular el porcentaje de generación de este tipo de energía, debemos recurrir al factor de potencia.

¿Qué es el factor de potencia? El factor de potencia tiene como principal fin medir la cantidad o porcentaje de energía reactiva que una instalación produce durante un periodo de facturación concreto. Dicho en otras palabras, mide la cantidad de esta energía sobre el total de la energía.

¿Cuánto hay que pagar en la factura por la energía reactiva?

No siempre hay que abonar la energía reactiva producida en la instalación eléctrica de tu Pyme o empresa, y es que como se ha señalado anteriormente, dependerá del porcentaje de esta energía con respecto a la energía total.

En función del resultado del factor de potencia, será necesario o no abonar una penalización económica impuesta por la distribuidora eléctrica, aunque facturada por la comercializadora.

Coste regulado por energía reactiva 2024
Factor potenciaPrecio
Entre 0.95 y 0.80*0.0415 €/kVAhr
Interior a 0.80**0.6233 €/kVAhr
*Entre el 33% y el 75% de energía reactiva
**Más del 75% de energía reactiva

Si el porcentaje de energía reactiva es inferior al 33%, la distribuidora no aplicará ninguna penalización económica sobre la factura de luz.

Energía reactiva: penalizaciones en la factura

La distribuidora eléctrica es la encargada de establecer la penalización económica concreta en función a la energía reactiva generada. Como hemos señalado anteriormente, los usuarios abonarán dicha penalización a través de su factura de luz, haciendo que el importe de la misma incremente considerablemente.

Para saber a qué precio se abona la energía reactiva, simplemente se debe multiplicar el total de la energía reactiva por el precio regulado de la misma.

La penalización por energía reactiva viene establecida en el BOE, en la orden ITC 1723/2009.

¿Cómo reducir la energía reactiva?

Optimizar el factor de potencia y, reducir así, la generación de energía reactiva en la instalación eléctrica de tu empresa es posible. Actualmente, existen distintos elementos que controlan la producción de esta energía y ayudan a reducir la factura de luz como por ejemplo las baterías de condensadores.

Sin embargo, antes de invertir en mejoras de la instalación, es importante el asesoramiento de un profesional, ya que se trata de una inversión que generará un importante gasto inical pero que en torno a dos años habrá sido rentable.

El asesoramiento de un profesional no siempre conlleva un gasto, y es que en Selectra Pymes te asesoramos y ayudamos a ahorrar en la factura de luz de tu empresa reduciendo la energía reactiva o, también denominada, 'energía fantasma'.

Batería de condensadores: precio e instalación

Las baterías de condensadores ayudan a minimizar la energía reactiva producida en una instalación eléctrica. Su funcionamiento se basa en suministrar la energía reactiva que los receptores necesitan. De esta forma, se optimizará el factor de potencia obteniendo un resultado cercano al 1, cifra con la que se evita la penalización económica.

La batería de condesadores, con una vida últil de 10 años, debe instalarse junto al cuadro eléctrico de la instalación. Se compone de tres elementos:

  1. Regulador: se encarga de medir el factor de potencia de la instalación
  2. Contactores
  3. Condensadores: proporcionan la energía reactiva necesaria en aquellas partes de la instalación en las que se producen variaciones de energía notables

En cuanto a su instalación, cabe destacar que no es conveniente hacerlo en aquellos puntos donde la temperatura ambiente oscila entre los 25 y los 50 grados o en una altura superior a los 2.000 metros. Tampoco es aconsejable en edificios con ambientes potencialmente explosivos o en superficies con altas vibraciones mecánicas.

El precio de instalación de estos elementos varía en función de la instalación eléctrica y del número de elementos que sean necesarios. La inversión realizada por la empresa se verá amortizada en un plazo máximo de dos años.